All Love - Todo Amor

jueves, 9 de febrero de 2012 0 comentarios
Sanando con el Poder del Amor Oportunidad Única
 Patrick Zeigler
el Creador del Sistema
Seichim Sekhem Reiki
SKHM (Cura Egipcia)
Por Primera vez  en Caracas - Venezuela
 Taller SKHM All Love (Todo  Amor).
3 y 4 de marzo de 9.00am a 5pm
  en El Arte del Ser, ubicado en calle los Laboratorios, Los Ruices - Centro Industrial Intenso, piso 4.



Sanarás bloqueos emocionales y energéticos. Sentirás la energía del amor incondicional. Te conectarás con tu poder personal y tu fuerza interior.  Descubrirás algo que está revolucionando el mundo del crecimiento personal y la sanación emocional: trabajar nuestro ADN. Ven a sumergirte en la Vital Energía Luminosa SKHM y profundiza tu conexión única con esta corriente que puede manifestarse en tu vida en varios modos: acrecentando tus habilidades de sanación, clarividencia y talentos artísticos!  Sentirás el apoyo del grupo durante un fin de semana de trabajo intensivo.
En el taller de SKHM All Love, experimentarás la energía para sanar tus bloqueos emocionales y mentales. Trabajarás de una forma metódica para identificar lo que necesitas trabajar y a continuación liberarlo con la ayuda de los  facilitadores, apoyado por el Amor del grupo. Una vez liberados, llenarás ese espacio con el "Amor Incondicional". Skhm All Love es una forma de  "conectarte con la fuente divina " para tu sanación, desarrollo espiritual, crecimiento personal y emplear esa conexión para descubrir quién eres y simplemente ser más feliz. No importa si nunca has trabajado a nivel energético. No importa si no "crees" en la energía, en SKHM All Love se siente esa energía a nivel físico, mental y espiritual a cada instante. SKHM All Love es la unión de la energía de la tierra con la del Universo, que hace que muchos participantes "recuperen o encuentren su poder personal " mediante esa conexión. Otras técnicas lo consideran un trabajo de enraizamiento combinado con trabajo espiritual. De hecho, SKHM traducido significa "poder espiritual".

 Sobre Patrick Scott Zeigler:
Patrick es un sanador espiritual conocido internacionalmente que incorpora el cuerpo, mente y espíritu en cada sesión de Sanación. Tiene una amorosa energía sanadora que irradia desde su corazón, manos y voz. Ha estudiado Sanación Holística durante 25 años. Su experiencia incluye haber vivido y estudiado con respetables sanadores, chamanes y gurús en Arabia, Nepal, India, Egipto y África. Está certificado en Masaje Terapéutico, Meditación, Yoga, Maestría Reiki, Unidad Divina y Sanación en Energía Avanzada.
En 1984 introdujo al mundo un antiguo método de Sanación llamando SEICHIM. El cual es utilizado por miles de personas en la actualidad. Entre nosotros está la energía creadora que es omnipresente. SKHM (también conocida como Sekhem o Seichim) restablece tu conexión con la Fuente Divina, te permite ser más consciente de tu propósito en la vida y te ayuda a quitar los bloqueos que crean la ilusión de la separación de la Fuente.  Experimentarás la Iniciación que vivenció Patrick en la Gran Pirámide en 1980, lo que lo llevó a redescubrir SKHM para el mundo moderno. Patrick lleva 20 años estudiándola y aplicándola en talleres y meditaciones alrededor del mundo.
Para terapeutas y facilitadores podrán asistir durante los dos días adicionales (2 y 5 de marzo) y recibir de parte de Patrick todas las herramientas e indicaciones.
Inscripción e información
 Jocelyne Ramniceanu  Teléf.  0212- 2637331 0212-2619657  y 0414-1332220
 Hasta el 15  de Febrero                               Inversión   Bs. 3150
 Hasta el 27 de Febrero                                Inversión   Bs. 3330  
 Para depositar en el Banco Provincial  cuenta corriente 0108-0968-19-0100038858 a nombre de Jocelyne Ramniceanu C.I. 3185757
Enviar por mail el nombre de los participantes y el número de depósito correspondiente y números de teléfonos.


El Cáncer y la polarización del mundo.

miércoles, 8 de febrero de 2012 0 comentarios
El Cáncer es el reflejo de la POLARIZACIÓN. Tengo que compartir esto, quizás puedas ayudar a difundirlo.

Es un proceso próspero cuyo defecto no se descubre hasta que ya es tarde, es decir, cuando uno se da cuenta de que el sacrificio del otro y su utilización como tierra nutricia acarrea también la propia muerte. El comportamiento de la célula cancerosa es satisfactorio únicamente mientras vive el casero, su final significa también el fin del desarrollo del cáncer.

Aquí reside el pequeño pero trascendental error en el concepto de la realización de la libertad y la inmortalidad. Uno se retira de la antigua comunidad y no se da cuenta de que la necesita hasta que ya es tarde. Al ser humano no le hace gracia dar su vida por la vida de la célula cancerosa, pero la célula del cuerpo tampoco daba su vida con gusto por el ser humano. La célula cancerosa tiene argumentos tan buenos como los del ser humano, sólo que su punto de vista es otro. Ambos quieren vivir y hacer realidad sus ansias de libertad. Ambos están dispuestos a sacrificar al otro para conseguirlo. En el «ejemplo del Estado» ocurría algo parecido. El Estado quiere vivir y hacer realidad su ideología, un par de disidentes también quieren vivir y hacer realidad sus ideas. En un principio, el Estado trata de eliminar a los disidentes. Si no lo consigue, los revolucionarios sacrifican al Estado. Ninguna de las partes tiene piedad. El individuo extirpa, irradia y envenena las células cancerosas mientras puede, pero si ganan ellas aniquilan al cuerpo. Es el eterno conflicto de la Naturaleza: comer o ser comido. Sí, el ser humano se da cuenta de la implacabilidad y la miopía de las células cancerosas, pero ¿ve también que él se comporta del mismo modo, que nosotros, los humanos, tratamos de asegurar nuestra supervivencia por el mismo procedimiento que utiliza el cáncer?

Aquí está la clave del cáncer. No es casualidad que prolifere tanto en nuestra época ni que se le combata con tanto empeño y tan poco éxito. (¡Las investigaciones del oncólogo norteamericano Hardin B. Jones indican que la esperanza de vida de los pacientes no tratados parece mayor que la de los pacientes tratados!) La enfermedad del cáncer es expresión de nuestra época y de nuestra ideología colectiva. Experimentamos en nosotros como cáncer sólo aquello que nosotros mismos vivimos. Nuestra época está caracterizada por la expansión implacable y la persecución de los propios intereses. En la vida política, económica, «religiosa» y privada, el ser humano trata de extender sus propios objetivos e intereses sin miramientos sobre las fronteras (morfología), establecer puestos estratégicos para favorecer sus intereses (metástasis) y hacer prevalecer exclusivamente sus ideas y objetivos utilizando a todos los demás en beneficio propio (parasitismo).

Todos argumentamos como la célula cancerosa. Nuestro crecimiento es tan rápido que también nosotros tenemos problemas de abastecimiento. Nuestros sistemas de comunicación se extienden por todo el mundo, pero a veces falla la comunicación con nuestro vecino o con nuestra pareja. El ser humano tiene tiempo libre, pero no sabe qué hacer con él. Producimos alimentos y luego los destruimos, para manipular los precios. Podemos dar la vuelta al mundo cómodamente, pero no nos conocemos a nosotros mismos. La filosofía de nuestro tiempo no conoce otro objetivo que el crecimiento y el progreso.

El ser humano trabaja, experimenta, investiga, ¿para qué? ¡Por el progreso! ¿Qué objetivo tiene el progreso? ¡Más progreso! La Humanidad va en un viaje sin destino. Constantemente se fija cada vez nuevos objetivos, para no desesperar. La ceguera del hombre de nuestro tiempo no tiene nada que envidiar a la ceguera de la célula del cáncer. A fin de favorecer la expansión económica, durante décadas el hombre utilizó el medio ambiente como un suelo nutricio y hoy comprueba «consternado» que la muerte del huésped significa también la muerte propia. Los seres humanos consideran todo el mundo su suelo nutricio: plantas, animales, minerales. Todo está ahí únicamente para que nosotros podamos extendernos sobre toda la Tierra.
De dónde sacan los hombres que así se comportan el valor y la desfachatez para quejarse del cáncer? ¡Si no es más que nuestro espejo! Él nos muestra nuestra conducta, nuestros argumentos y también el final del camino.

No hay que vencer el cáncer, sólo hay que comprenderlo, para poder comprendernos a nosotros mismos. ¡Pero los seres humanos siempre tratan de romper el espejo cuando no les gusta su cara! Los seres humanos tienen cáncer porque son cáncer.

El cáncer es nuestra gran oportunidad para ver en él nuestros vicios mentales y equivocaciones. Por lo tanto intentemos descubrir los puntos débiles de ese concepto que tanto el cáncer como nosotros utilizamos como ideología. En última instancia, el cáncer naufraga por la polarización «Yo o la comunidad». Él sólo ve esta disyuntiva y se decide por la propia supervivencia, independiente del entorno para comprender demasiado tarde que él depende del entorno. Le falta la conciencia de una unidad mayor y más completa. Él sólo ve la unidad en su propia limitación. Esta falta de comprensión de la unidad es algo que las personas tienen en común con el cáncer. También el individuo se limita en su propia mente, marcando ante todo la división entre Yo y Tú. Se piensa en «unidades» sin advertir que es un concepto aberrante. La unidad es la suma de todo lo que es y no conoce nada fuera de sí. Si se divide la unidad, se forma la multiplicidad, pero esta multiplicidad sigue siendo, a fin de cuentas, parte integrante de la unidad.

Cuanto más se aísla un ego más pierde la conciencia del todo de que él sólo es una parte. El ego concibe la ilusi6n de poder hacer algo «por sí solo». Pero el verdadero aislamiento del resto del universo no existe. Es algo que sólo puede imaginar nuestro Yo. En la medida en que el Yo se aísla, el ser humano pierde la «religión», la trabazón con el principio del Ser. Después el Ego trata de satisfacer sus necesidades y nos traza el camino a seguir. Al Yo le resulta grato todo aquello que favorece la separación, que sirve a la diferenciación, porque con cada acentuación de los límites se percibe más claramente a sí mismo. El Ego sólo tiene miedo de la unión con el todo, porque eso presupone su muerte. El Ego defiende su existencia con ahínco, con inteligencia y buenos argumentos, utilizando las teorías más sacrosantas y los prop6sitos más nobles, cualquier cosa con tal de sobrevivir.

Y así se crean objetivos que no son tales objetivos. El progreso como objetivo es absurdo, ya que no tiene punto final. Un objetivo auténtico sólo puede consistir en una transformación del estado anterior, pero no en la simple continuación de algo que ya existe. Nosotros, los humanos, estamos en la polaridad, ¿de qué nos sirve un objetivo que sólo sea polar? Ahora bien, si el objetivo es la «unidad», ello significa una cualidad del Ser totalmente diferente de la que experimentamos en la polaridad. Al individuo que está en la cárcel no se le motiva proponiéndole otra cárcel, aunque ésta sea un poco más cómoda; pero la libertad es un paso cualitativamente mucho más importante. Ahora bien, el objetivo de la «unidad» sólo puede alcanzarse sacrificando el Yo, porque mientras haya un Yo habrá un Tú y seguiremos en la polaridad. Para «renacer en espíritu» antes hay que morir y esta muerte afecta al Yo. Rumi, el místico islámico, condensa graciosamente el tema en este cuento:

«Un hombre llamó a la puerta de la amada. Una voz preguntó: "¿Quién es?" "Soy yo", respondió él. Y la voz dijo: "Aquí no hay sitio suficiente para mí y para ti" Y la puerta siguió cerrada. Al cabo de un año de soledad y añoranza, el hombre volvió a llamar a la puerta. Una voz preguntó desde dentro: "¿Quién es?" "Eres tú", respondió el hombre. Y la puerta se abrió.»


Tomado de la Enfermedad como Camino